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sopotocientos

El beso

El punto de unión entre el silencio y la palabra
es como el horizonte contemplado desde el mar:
una línea horizontal, perfecta,
en donde convergen dos azules.
Uno de ellos, sereno,
absolutamente plácido, estable, uniforme.
El otro, ondulante,
sinuoso, cambiando de color con cada golpe de viento.
Cielo y mar mantienen sus esencia
mientras convergen en ese punto único:
“el centro mismo del mundo giratorio”.
Así el beso.
Los amantes
se encuentran de nuevo en el viejo acantilado,
escenario de una despedida previa
en la que ya estaba escrito el reencuentro.
Una vorágine de mar y de sal
estallando espuma contra las rocas:
no así adentro,
el mar interior está tranquilo,
manso,
sereno.
La unión entre el silencio y la palabra
marca el comienzo de algo nuevo,
el nacimiento de una luz blanca,
perfecta, fusión de todos los colores,
cuando dos se hayan hecho uno.
El punto de unión entre el silencio y la palabra
es ese instante en el que las bocas se unen,
una única esencia dividida
pero sólo en apariencia:
una única esencia al fin completa.

(R)2000

1 comentario

Vene -

Wow. Que poema tan bello. Me lo llevo en el recuerdo...