Vacaciones
Comienza agosto y Madrid se ha quedado sola. Es una delicia: no hay colas, no se agolpa la gente en las esquinas, siempre hay puesto en el autobús (aunque pasan con mucha menos frecuencia). Si esto fuera así todo el año, esta sería la mejor ciudad del mundo.
Yo, por mi parte, me voy a Nueva York.
Siempre he querido conocer esa ciudad que se me antoja mágica. Las cosas surgen en el momento en que tienen que surgir, definitivamente. Poder ir ahora es un regalo. Creo que cuando realmente hacemos lo que tenemos que hacer, lo que nos dicta el corazón, de pronto el rompecabezas se arma solo y surgen oportunidades donde no las había, las puertas se abren y las cosas fluyen. En mi caso siempre ha sido así. Cuando escribo, todo me sale bien. Cuando no estoy escribiendo, las cosas se tuercen. Está clarísimo cuál es mi camino.
La novela sigue avanzando, con sus días buenos y sus días mejores. He aprendido a no tener expectativas y simplemente hacer lo que tengo que hacer: aparecerme. Estar allí, ante la pantalla. Nada más. Lo demás viene solo. Qué delicia de verano, verdaderamente. Las cosas van bien.
Yo, por mi parte, me voy a Nueva York.
Siempre he querido conocer esa ciudad que se me antoja mágica. Las cosas surgen en el momento en que tienen que surgir, definitivamente. Poder ir ahora es un regalo. Creo que cuando realmente hacemos lo que tenemos que hacer, lo que nos dicta el corazón, de pronto el rompecabezas se arma solo y surgen oportunidades donde no las había, las puertas se abren y las cosas fluyen. En mi caso siempre ha sido así. Cuando escribo, todo me sale bien. Cuando no estoy escribiendo, las cosas se tuercen. Está clarísimo cuál es mi camino.
La novela sigue avanzando, con sus días buenos y sus días mejores. He aprendido a no tener expectativas y simplemente hacer lo que tengo que hacer: aparecerme. Estar allí, ante la pantalla. Nada más. Lo demás viene solo. Qué delicia de verano, verdaderamente. Las cosas van bien.
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Inti -