Digo yo...
¿Por qué será que, cuando me voy a poner a trabajar en la novela, se me ocurren de pronto quince mil cosas que podría hacer en su lugar? Y peor aún, ¿por qué será que de esas quince mil cosas me pongo a hacer la más irrelevante, como si en ello se me fuera la vida?
La resistencia a veces se siente como un muro de hormigón que tienes que derrumbar armado únicamente con un martillo.
Suficiente. Me voy a mi muro.
2 comentarios
Vivian -
Mil Orillas -
Nos pasa a todos.
Yo he llegado a acostarme a dormir para ver si se me pasan las ganas!
jajajaja!
besos