El error
El ladrón emergió del portal donde se ocultaba y encaró al hombre. Dame todo lo que tengas, le exigió, la navaja temblando en su mano. Con un suspiro, el hombre extrajo del bolsillo una pelota roja, una pluma y un mondadientes. Eso no, idiota, se impacientó el ladrón, lo que quiero es tu dinero, y el hombre extrajo del otro bolsillo una cajita de cartón, un huevo y una carta: el dos de corazones. Entonces el ladrón se abalanzó sobre su víctima y aterrizó a cuatro patas sobre un terreno áspero y frío, y de pronto un hambre atroz y el miedo y los callejones, y el desprecio de las otras ratas extranjero, lo llamaban, y ese tener que arrastrarse siempre entre las sombras.
Mal asunto atracar a un mago.
11 comentarios
Miguel -
Juan Carlos -
Y ya te he metido en el blogroll de mi blog, entuerto desfacido.
chau!
vivian -
Markel -
A do outro lado da Xanela -
Un abrazo!
waiting -
Vivian -
Egosum -
Un cordial saludo.
Salvador
Vivian -
Linus Lowell -
Linus Lowell -